domingo, 4 de enero de 2015

"Tóxico" de Charles Burns



Editorial: Random House Mondadori
Guión: Charles Burns
Dibujo: Charles Burns
Año: 2010
Idioma: Castellano
Nº de páginas: 64 (color)
Precio : 17,9 €

Sinopsis:  Doug, el protagonista, deambula en plena ruptura sentimental entre una realidad perturbadora y el delirio autodestructivo. Una historia adolescente rodeada sin escapatoria de fetos de cerdos, cuchillas de afeitar, cristales rotos, polaroids y huevos-hongos que comparten protagonismo sin tener conciencia de ello, en un torrente que arrastra a todo lector a un nuevo “Agujero”, donde el color y Hergé son la mayor novedad. Así, la atmósfera negra y oscura es ahora más colorista y luminosa, aunque con efectos exactamente iguales

Vivimos días de remakes. Con el mismo desparpajo con el que Fernández-Mallo cita a Borges en su último libro, Charles Burns toma prestada la seta gigante de Tintín, y de hecho también a Tintín, y los encaja a ambos bien a la vista en la exuberante cubierta de Tóxico (Randon House Mondadori). 
Charles Burns es un grande. Y "Tóxico" constituye una conveniente secuela a su obra maestra Agujero Negro(La Cúpula, 2007), ya que en sus páginas se encuentran de nuevo algunas de las referencias contradictorias que con tanto ahínco ha  fusionado Burns en sus tebeos.
Por un lado, pongamos, el pop de colores simples y viñetas sin profundidad de campo de Hergé. Por otro, la atmósfera turbia, delirante y en cierta forma ininteligible de la narrativa de William Burroughs. De nuevo, como en Agujero Negro, este potaje sirve como efectivo contenedor de una historia de desasosiego adolescente, que incluye guapa novia loquita y ensoñación de felicidad fragmentaria.
Burns se quedó en el punk. Y qué bien lo cuenta, todavía: duele tanto aún ese dolor adolescente.
El protagonista de Tóxico toma pastillas que le agravan la psicosis. Se convierte entonces, cuando entra en trance delirante, en un Tintín perplejo que vive aventuras en el lado oscuro de la mente. Si ‘Agujero negro’era inequívocamente una novela gráfica, ‘Tóxico’ adquiere las trazas de un serial europeo, de un título franco-belga con el continuará envenenado de toxicómana literatura norteamericana.
La novedad formal de Tóxico es el color. En este libro, es como si admirásemos el bellísimo dibujo de Burnspor primera vez. Su línea se muestra cruda, imperfecta; esta mutación cromática supone una deliciosa perversión a la identidad de un autor al que hemos admirado tanto en blanco y negro.

La obra también plantea conexiones narrativas con El almuerzo desnudo, texto inmortal de William Burroughs, cuya 'Interzona' guarda un notable parecido con la urbe que Doug visita en sus sueños. "Me encanta esa idea de la ciudad como un collage de muchas ciudades diferentes", detalla Burns. "El título original de 'El almuerzo desnudo' fue 'Interzona', una ciudad imaginaria basada en los lugares donde Burroughs había vivido. Esa clase de lugar, o el mundo en el que te introducen las historias de Tintín, provoca esa sensación de diferentes culturas e influencias cercanas que se mezclan en las vidas de todos nosotros", analiza. Tóxico es el primer volumen de la nueva trilogía del artista, que ya ultima los detalles del segundo ejemplar: La colmena. "Siento que me hago un flaco favor cuando trato de describir mi trabajo, porque no soy una persona muy elocuente. Solo quiero que mis lectores le den vueltas en la cabeza y que lleguen, o no, a alguna conclusión, pero siempre por sí mismos"

También puedes ver una pequeña animación donde se da más información sobre este FANTÁSTICO cómic de Charles Burns  : http://www.elmundo.es/especiales/2011/03/cultura/comic/burns_01.html

Algunas páginas : 












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